El metaverso y la escoba de la bruja (II)

A ver. Sí, tengo la escoba de la bruja. Y voy descubriendo el mareante metaverso (es un laberinto). Lo escribí el otro día (https://bit.ly/3DLOzDX). Respiro.

Por insistencia de mi amiga íntima del alma contacto con Yonat Vaks, la artista metida en criptoarte. Y nos vemos en el barrio de Gràcia, una zona de Barcelona habitada por mentes inquietas, unas más disidentes que otras.

En sus calles estrechas y sus icónicas plazas se vislumbra un homenaje a las conquistas (atrevimientos) sociales. Hay de todo y me encanta. Es una mezcla creativa, a veces explosiva, molesta incluso. Nadie dijo que salirse de la norma o adelantarse a un futuro distópico o utópico fuera un camino de rosas. Conviven jóvenes y no tan jóvenes de variadas herencias culturales de otras partes del mundo. Y también de aquí.

Unos apuestan por el arte, otros son frikis de la informática. Y hay quienes ejercen ambas cosas a la vez. O son amigos entre sí o amantes del vivir. Como el yin y el yang unidos por el círculo invisible. Partes necesarias de una misma realidad. Es uno de los atractivos de Barcelona. Tiene muchos más…

Sentados en una de las terrazas, compartiendo un delicioso vino, Yonat Vaks comparte sus inquietudes hacia dónde se dirige la humanidad en su interrelación con la tecnología. Qué impacto puede tener el metaverso en la sociedad.

Nos miramos. Observamos nuestro entorno. Cogemos las copas y brindamos. Mientras saboreamos el tinto denso, elegante en boca, seguimos con la conversación.

Y me sorprende con el proyecto que está desarrollando. Junto con Lans King (artista interdisciplinario), Alexandra Cavero (cofundadora de Caelum Labs e interesada en la ética de los datos) y Alex Puig (ingeniero de I+D y emprendedor tecnológico), han creado una estrategia relacionada con el metaverso.

A su idea le han puesto nombre. Lo llaman TheZero (https://www.thezero.io/). Tienen claro que el metaverso viene para quedarse. Como hace quinientos años la imprenta. La tecnología no la para ni Dios. Y ya que es así, quieren dotarlo de elementos que rescaten al ser humano hacia la trascendencia planteando retos.

Tras charlar un buen rato nos despedimos con otro brindis y me voy dándole vueltas a la cabeza. ¿Metaverso y trascendencia?
 
Ve más allá de tus fronteras mentales, me invita mi amiga del alma. Y sigue… Es como la película danesa “Otra ronda”. ¿La has visto? Ha ganado un Oscar este año, además de recibir varios galardones europeos.

Reconozco mi ignorancia.

Te la recomiendo. Te hará reflexionar. Rompe los esquemas sin moralismos ni juicios.

Antes de que yo pueda manifestar cuestión alguna, ella se adelanta y me cuenta.

En una de las escenas, uno de los protagonistas, un profesor de historia en el último curso de bachillerato, propone a sus alumnos un ejercicio relacionado con el sistema democrático.

¿De qué se trata?

Describe a tres presidenciables y una alumna tiene que elegir a cuál votaría.

El primer candidato es “hipertenso, anémico, sufre de parálisis parcial, consulta astrólogos, miente a conveniencia según sus objetivos políticos, engaña a su mujer y toma demasiado champán”.

El segundo candidato “es depresivo, ha perdido tres elecciones, es obeso, ha sufrido dos ataques al corazón, fuma tabaco, no se lleva bien con la gente y bebe mucho whisky”.

El tercero “trata bien a las mujeres, ama a los animales, es un héroe de guerra condecorado y apenas bebe alcohol”.

Y mi amiga del alma sigue. En la película, sin duda la alumna elige al tercer candidato, a lo que el profesor le responde que acaba de votar a Hitler… El primer candidato es Roosevelt y el segundo, Churchill. Claro que la información que se ofrece en la película sobre dichos gobernantes es parcial y sesgada. Es un ejemplo más de que nada es lo que parece.

¿Pero de qué va la película?

Cuatro profesores de instituto hacen un experimento social con el alcohol.

Uy. Líneas rojas. Reconozco que es un terreno pantanoso. Pero a todo eso, ¿qué hago con tu escoba de bruja?

Pues eso… Con ella traspasa todas aquellas situaciones donde quieras poner humanidad más allá de los 0 y 1, más allá de la dualidad… Sin rechazar lo que viene, crea nuevas perspectivas. Plasma humanidad en la vida práctica, en el mundo material. Experimenta y aprende, integra, venga lo que venga. Y confía.

Y rememoro la bendita sensación que viví durante el camino de Santiago. El olor a humanidad. Lo compartí hace un par de meses aquí (https://bit.ly/3l5tOM1). Sin caer en las trampas de los prejuicios y los miedos o las informaciones incompletas.

Ahora entiendo para qué la escoba. Barriendo límites, ¿por qué no atreverse a crear nuevas perspectivas?