15 Jun Cómo ganarle a la artrosis
El desgaste que se produce en las articulaciones afecta en algún momento u otro prácticamente a todos. Y cuando hay dolor se convierte en un problema. Está asociado al envejecimiento, pero también se detecta en jóvenes con actividades que castigan rodillas o manos
La esperanza de vida conquista años. Y todos contentos si no fuera porque entre otras cosas, la artrosis afecta cada vez a más personas. “En general, ha aumentado en los últimos años”, asegura Francisco J. Blanco, reumatólogo del hospital universitario A Coruña, consultor de la Sociedad Española de Reumatología y miembro del Comité de Investigación y Docencia del Oarsi, sociedad de ámbito mundial para el estudio de la artrosis. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la artrosis es la cuarta enfermedad que más calidad de vida resta a los pacientes por cada año vivido. Causa dolor e incapacidad funcional. Al menos afecta al 17% de la población española y al 80% de la población mayor de 65 años en los países industrializados. Es responsable de más del 30% de las incapacidades laborales, tanto permanentes como temporales en España, y provoca el 35% de las consultas en atención primaria. Además, es la causa más importante de discapacidad funcional en el aparato locomotor en todas las razas y zonas geográficas. En España, la mayor prevalencia de artrosis se encuentra en el grupo de 70 a 79 años.
Miguel Bernad Pineda, reumatólogo del hospital universitario La Paz de Madrid, aclara que, en general, “la artrosis afecta más a los hombres que a las mujeres menores de 45 años, mientras que después de los 55 años las mujeres se ven más frecuentemente afectadas que los hombres. Y después de los 75 años, los estudios radiológicos indican que existe algún grado de artrosis en cualquier articulación de las que se ven más frecuentemente afectadas”. En el XXXII Congreso de la Sociedad Española de Reumatología celebrado en el año 2006, se expuso que las enfermedades reumáticas constituyen la primera causa de invalidez permanente y la tercera de incapacidad laboral transitoria. El 50% de las bajas por invalidez permanente originadas por enfermedades reumáticas corresponden a pacientes con artrosis.
Y va en aumento tanto en personas jóvenes como entre los más mayores. José Aragón, jefe del servicio de traumatología y ortopedia de la Fundación Hospital del Espíritu Santo de Santa Coloma de Gramenet (Barcelona), desde 1992, y jefe de equipo de la Mutualidad de Futbolistas de Catalunya, desde 1987, asegura que la cirugía por artrosis ha ido aumentando en los dos extremos de edad. “Hace treinta años era impensable poner una prótesis en una rodilla a una persona con 80 años y ahora no es raro hacerlo, se realiza en muchas ocasiones. También era impensable en las personas de menos de 50 años y ahora se ha convertido en una intervención habitual”.
En el caso de las personas mayores, Miguel Bernad Pineda señala que la artrosis es “la causa más frecuente de discapacidad para la deambulación en las personas mayores con problemas de rodilla o de cadera”. Y Francisco J. Blanco explica que las artrosis más habituales son las que afectan “a las articulaciones de la mano, la rodilla y la cadera, así como sus articulaciones periféricas. La columna vertebral es otra localización muy frecuente sobre todo en la zona lumbar y la cervical”.
¿Por qué afecta a tanta gente y cada vez más? ¿Qué es la artrosis? Se trata de una afección degenerativa y crónica del aparato locomotor debida a la erosión, incluso la pérdida del cartílago en las articulaciones, que es lo que produce dolor. Además, cuando esto sucede, el hueso reacciona y crece por los lados produciendo las deformaciones que se pueden apreciar en algunas personas que lo sufren. “Durante muchos años, la artrosis ha sido percibida como un mal inevitable asociado al envejecimiento y al desgaste físico. Pero la realidad es muy diferente, ya que esta patología afecta a jóvenes deportistas, trabajadores, mujeres menopáusicas, personas con sobrepeso y jubilados, entre otros”, según señala la Sociedad Española de Reumatología.
Francisco J. Blanco comenta que en los últimos años hay más casos de artrosis principalmente por tres factores: por el aumento de la esperanza de vida, porque cada vez hay más personas con sobrepeso y por el alto nivel de exigencia en la práctica de los deportes. En cuanto al primer factor, “la artrosis es una patología que se asocia con el envejecimiento, y la población cada vez está más envejecida”, señala este experto.
En cuanto a la obesidad, Francisco J. Blanco puntualiza que la artrosis de rodilla y manos la presentan con más frecuencia las personas que tienen exceso de peso “y por desgracia cada vez la población es más obesa”. Cristóbal Orellana, del servicio de reumatología de la Corporación Sanitaria y Universitaria Parc Taulí del hospital de Sabadell, también recalca que la obesidad “contribuye claramente a la progresión de la artrosis de rodilla”, aunque además puede afectar a otras partes del cuerpo. En un estudio presentado el pasado mes de abril en el Congreso de la Sociedad Internacional de Investigación en Artrosis celebrado en Barcelona, Cristóbal Orellana señalaba que la prevalencia de artrosis de mano en pacientes obesos es el doble que en las personas no obesas. Y Miguel Bernad Pineda recuerda que el 61% de las mujeres obesas tienen artrosis en las rodillas frente al 26% de las no obesas. “También está relacionado con la artrosis de la cadera pero en menor grado”.
En relación con el ejercicio físico, “la práctica de deportes incrementa la carga que tiene que soportar las articulaciones. Las articulaciones están preparadas para soportar un peso determinado y una carga determinada, si las articulaciones se someten diariamente a una carga superior para la que están preparadas entonces sufren y se deterioran y desgastan”, señala el experto.
La Sociedad Española de Reumatología destaca que la mayor parte de los pacientes “tienen 40 años o más, pero encontramos signos de artrosis en personas jóvenes, en especial en deportistas o personas que hacen ciertos movimientos repetitivamente, cargando una articulación en concreto”. Hay actividades asociadas con el desarrollo de esta dolencia: “Levantamiento repetitivo de peso; estiramiento exagerado de la articulación, de manera repetida; posturas inadecuadas en el trabajo; la vibración (taladros, máquinas de coser, máquinas perforadoras); los movimientos repetitivos de las articulaciones de las manos y las actividades deportivas en las que sobrecargamos una parte del cuerpo, como puede ser la rodilla en el caso de los futbolistas”. Según un estudio publicado el año pasado en la revista oficial del American College of Rheumatology, Arthritis and Rheumatism, el 29% de los futbolistas de elite, el 3% de jugadores aficionados, el 31% de levantadores de pesas y el 14% de los corredores tienen el riesgo de desarrollar artrosis por practicar deportes de alto nivel, en los que puede ser habitual las lesiones y el sobreuso de las articulaciones. La preocupación viene porque incluso los niños que hacen deporte intensamente pueden padecer lesiones en el cartílago que en el futuro pueden desencadenar en una artrosis.
José Aragón, que lleva treinta años de práctica profesional, ha tratado muchas artrosis y explica que se encuentran con la paradoja de que es necesario hacer deporte, pero cada vez se producen más lesiones. “Catalunya tiene la federación más importante de futbolistas de todo el Estado español en cuanto a número. Hay 107.000 licencias. En la mutua somos cuatro equipos quirúrgicos y vemos a futbolistas hasta Segunda División B. Cada año, entre los cuatro equipos de médicos tratamos entre 600 y 700 ligamentos cruzados que han sufrido alguna lesión”. Estos ligamentos unen el fémur (el hueso del muslo de la pierna), con la tibia (el segundo hueso más largo del cuerpo y que se encuentra en la parte inferior de la pierna –la espinilla–), en la profundidad de la articulación de la rodilla. Su función precisamente es la de dar estabilidad a la rodilla, evitando que la pierna se mueva hacia delante o hacia atrás cuando se la somete a un esfuerzo. Cuando se produce una lesión en los ligamentos cruzados, la rodilla sufre. “Precisamente cuando se hace deporte de forma intensa en donde se puede producir contacto, las articulaciones de los jugadores sufren, y las prótesis más habituales son de rodilla y cadera”, señala José Aragón. Las prótesis no son patrimonio de los jóvenes y deportistas. Sólo en Catalunya “cada año se ponen 14.000 prótesis de rodilla, de las que un 5% consiste en reponer una prótesis. Y en el caso de las caderas cada año se ponen unas 12.000 prótesis”, recuerda José Aragón. ¿Se puede evitar la artrosis? ¿Cómo?
Francisco J. Blanco responde que algunos tipos de artrosis y la afectación de algunas articulaciones se puede evitar en ciertos grupos de pacientes. “Por ejemplo, si hemos dicho que la obesidad es un factor de riesgo para sufrir artrosis de rodilla, esta la podremos evitar si conseguimos que las personas no tengan sobrepeso. También se puede evitar la artrosis en la rodilla si se mantiene una musculatura de la pierna fuerte y si se evita realizar de forma muy intensa deportes que sobrecargan la rodilla como el baloncesto o el fútbol”.
En cambio, hay otras artrosis que no se pueden evitar, pero lo que sí se puede es mejorar la calidad de vida o frenar el deterioro de la articulación. Es el caso de las mujeres en la etapa de la menopausia. Según el estudio Mujer menopáusica y artrosis, presentado en el Congreso Nacional de la Asociación Española del Estudio de la Menopausia (AEEM) celebrado en el 2010, “ocho de cada diez mujeres menopáusicas tiene dolores articulares y, de estas, un 61% lo define como intenso o insoportable. De las 1.102 mujeres que participaron en el estudio, el 33,6% estaban diagnosticadas de artrosis. Sin embargo, según los criterios del American College of Rheumatism, era el 59% quienes la padecían. El estudio concluye que la artrosis es una enfermedad infradiagnosticada en la mujer menopáusica que influye negativamente en su calidad de vida”.
Esteban Rodríguez Bueno, ginecólogo y coordinador de la AEEM, explica que después de los 50 años los procesos artrósicos se disparan en la mujer, mientras que en el varón tienen una ascensión más pausada. “Se ha demostrado que una de las causas es la disminución de los niveles de estrógenos debido a la llegada de la menopausia”. Los cambios hormonales forman parte del ciclo de la vida, pero se puede mejorar la calidad de vida “vigilando el peso, evitando los tacones altos, realizando ejercicio moderado y, si es necesario, ayudarse de un bastón”, señala este experto. Estas indicaciones se pueden complementar con las ofrecidas por la Sociedad Española de Reumatología (véase texto adjunto). Y, en cualquier caso, los expertos les podrán indicar en cada situación qué estrategia deben seguir.
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Publicado originalmente en https://www.lavanguardia.com/estilos-de-vida/20120615/54312360015/como-ganarle-a-la-artrosis.html