El poder del pilates

Todo el mundo habla del pilates y de sus bondades. Pero ¿qué es?, ¿cómo funciona? Y, sobre todo, ¿para qué sirve? Los expertos responden a estos interrogantes y explican cómo se puede aprovechar un método que cada vez tiene más adeptos.

 

Inicio de nuevo curso. Nuevos propósitos. Uno de ellos cuidar el cuerpo. Y una posibilidad es el método Pilates, un sistema de ejercicios físicos que empezó a expandirse en España hace poco más de diez años. «No podemos hablar de que sea una moda porque en Estados Unidos ya tuvo su explosión mucho años antes», aclara Alfredo Moya, presidente de la Federación Española de Pilates y Tai Chi. Sirve prácticamente para todo el mundo. Y, además, lo practican bailarines y atletas, y deportistas de todo tipo, añade Moya. Incluso los de élite. Sin ir más lejos ,tanto el central del FC Barcelona Carles Puyol, como el tenista Rafa Nadal no tienen ningún reparo en afirmar que aplican técnicas de pilates para minimizar sus problemas físicos.

Son técnicas difundidas tanto en Europa como en Estados Unidos. En España proliferan las instituciones y asociaciones de profesionales, desde la Fundación Pilates, cuyo comité científico está formado por personas como Marina Geli (médica y exconsellera de Sanitat de Catalunya, o Ana Pastor (médica y exministra de Sanidad y actual ministra de Fomento), hasta la Asociación Española de Fisioterapeutas Expertos en Pilates, presidida por la fisioterapeuta Judith Sánchez, o la Asociación Nacional de Entrenadores de Pilates, fundada por Javier Martínez. Si en España hay más de 600.000 personas practicando pilates, no es de extrañar que proliferen tantas personas enseñando esta técnica, aunque no siempre de forma adecuada, advierten los expertos consultados. En cualquier caso, se trata de una herramienta muy beneficiosa si se utiliza realmente bien.

Qué es «Parece una mezcla de varias disciplinas corporales», explica Alfredo Moya. Y aclara que este método consiste «en adoptar diferentes posturas efectuando unos movimientos precisos. El objetivo es activar todos los grupos musculares alternándolos y, en ocasiones, combinándolos de una manera a la que no estamos acostumbrados. Sobre todo se trabaja abdominales y glúteos». Es una forma de entrenamiento y preparación física y mental, que fue desarrollado por el alemán Joseph Hubertus Pilates hace más de 80 años para estirar, fortalecer y equilibrar el cuerpo». Juan Bosco, médico, profesor del departamento de Anatomía Humana en la Universidad de Alcalá, añade que el pilates «es un potente método de ejercicio físico, mental y energético que requiere de una práctica muy precisa. No es solamente repetir unos ejercicios. Lo importante es la exigencia de hacer bien cada gesto; cuanto más preciso mejor».

En términos generales, más o menos todos los profesionales están de acuerdo en qué es el método pilates, pero, como recuerda Pascale Bony, cofundadora del estudio de yoga y pilates Beyoga, se han ido creando distintas líneas de trabajo, hay varios tipos de escuelas o tendencias, como quiera decirse, desde las más clásicas desarrolladas en la Costa Este de Estados Unidos, hasta las más innovadoras de la Costa Oeste. Javier Pérez Pont, que ha estado varios años en Nueva York con Romana Kryzanowska (una de las discípulas directas de Joseph H. Pilates), prefiere llamar a este método «contrology»: «Refleja la intención de Pilates al definir su método como el arte y la ciencia del control muscular a través de la mente», aclara.

Para qué sirve «No cura ni es milagroso, pero forma parte de técnicas de rehabilitación y recuperación», contesta Alfredo Moya, quien añade que sirve especialmente para aliviar los dolores. Además de fortalecer la pared abdominal, ayuda a estirar la espalda. Este experto recalca que quien tiene una hernia discal, no se le va a curar, pero hará que su vida sea menos dolorosa. Es más, los expertos señalan que si hay lesiones severas y se ejecuta mal el ejercicio, estas se pueden agravar o incluso provocar de nuevas. En pilates se incide sobre todo en el músculo transverso (uno de los responsables de esas abdominales más o menos firmes). «No trabajar correctamente el transverso puede provocar graves problemas, como hernias inguinales o abdominales en el hombre y prolapsos de vejiga en la mujer», explica Paz Membibre, kinesióloga y socio-fundadora de SportSwingStyle. La Asociación Española de Fisioterapeutas Expertos en Pilates recuerda que para prevenir cualquier tipo de lesión se recomienda trabajar sobre todo, en el caso de los hombres, con la flexibilidad y el control de la respiración. «El hombre está acostumbrado a trabajar más con los músculos movilizadores antes que con los estabilizadores, mientras que la estructura muscular de la mujer acostumbra a ser más laxa». Incluso hay deportistas de élite que no ejecutan correctamente los ejercicios y hay que estar encima para corregirles, comenta Judith Sánchez.

No a todo el mundo le sirve de la misma manera. Si hay quien cree que puede curarse con pilates, va mal enfocado, coinciden los expertos. Con patologías por en medio, como hernias discales, artritis, lumbalgias o contracturas en general, es recomendable una valoración médica. «No hay contraindicaciones especiales… Pero si tienes problemas de espalda severos, es mejor consultar primero con un médico. Si se trabaja con un instructor de pilates, mejor si es fisioterapeuta para que también valore la lesión severa», explica Alfredo Moya. También Judith Sánchez señala que «cuando trabajamos con gente que ha sufrido alguna patología es con la aprobación de su médico». No deja de pertenecer a técnicas rehabilitadoras o para prevenir futuras lesiones.

Para Silvia Paz, profesora de danza y monitora de pilates, este método aporta «conciencia corporal y educación corporal», y, en el caso del bailarín, por ejemplo, ayuda a comprender mejor el funcionamiento del cuerpo y compensar el trabajo muscular. Desde un principio el pilates fue utilizado por los artistas de circo así como por bailarines, gimnastas y patinadores porque con el trabajo de la musculatura interna se favorece el control del equilibrio corporal. Desde hace pocos años se ha introducido en el deporte de élite en general, sobre todo para tonificar la musculatura y prevenir lesiones, aunque también sirve para adultos que sencillamente quieren entrenar su cuerpo.

Judith Sánchez explica que, en términos generales, sirve sobre todo para prevenir futuras lesiones musculares y conseguir una recuperación más estable ante lesiones como lumbalgias. «También depende de cómo hagas el pilates». En este punto, Javier Pérez Pont es estricto y asegura que la verdadera transformación y mejora con el pilates viene por adecuar cada uno de los ejercicios a las necesidades específicas de cada individuo. «Incluso tengo una señora que viene con muletas». Si no es así, Javier Pérez duda de que hacer pilates aporte todos los beneficios que lo diferencian de otro tipo de gimnasias. «Además –añade Judith Sánchez– tiene una gran ventaja sobre otros deportes y es la corrección postural, punto en el que se incide mucho». Pascale Bony también señala que con la práctica continuada se refuerza la concentración, la atención y la memoria porque el pilates exige estar al tanto en la precisión de cada movimiento. Con este tipo de trabajo muscular se mejora el sistema circulatorio favoreciendo entonces la eliminación de toxinas.

Juan Bosco, en tanto que médico, constata que al investigar sobre los ejercicios que se hacen en pilates, sirven de manera específica para distintas circunstancias. En aplicaciones médicas, sobre todo «para la rehabilitación avanzada, muy rápida y centrada en el origen del problema. También mejora el aspecto cardiovascular y respiratorio, por lo que se aconseja para asmáticos. En ginecología, para la preparación al parto, posparto, fibromialgia e incontinencia urinaria. Contra la osteoporosis. Y muy interesante, la neurología. Con el movimiento concentrado del pilates se crean nuevos patrones neurológicos, es decir, el cerebro crea nuevas vías para conseguir hacer bien lo que el monitor está pidiendo. Así, es muy efectivo en casos de parkinson o problemas neurológicos diversos. Por ello, todos estos ejercicios están siendo incorporados por los servicios de rehabilitación y fisioterapia de los principales centros médicos de España, Francia, Italia, Portugal, Argentina, México…». ¿Qué hay que hacer para conseguir todo esto? ¿Cómo se trabaja? ¿Es necesario hacerlo cada día?

La práctica Pilates diseñó un mínimo de 200 ejercicios básicos, cada uno de los cuales puede modificarse según la persona a la que van dirigidos y dar lugar a toda una serie de ejercicios más basados en los básicos. «Algunos maestros actuales tienen censados más de 700 ejercicios, lo que concuerda con 3-4 modificaciones de cada uno de los 200-250 básicos», indica Juan Bosco. Todos estos ejercicios se ejecutan según unos principios establecidos por Pilates, en los que hay que tener presente tanto la conciencia del movimiento como la respiración, el control y la precisión de los mismos, la concentración para coordinar el cuerpo y la mente con eficacia en cada ejercicio, la fluidez de cada movimiento y fortalecimiento de lo que Joseph H. Pilates denominó powerhouse, situado en la zona abdominal inferior, de la que dice parte la fuerza de todo movimiento del cuerpo. «La gran idea de Pilates se basa en el trabajo con la musculatura profunda estabilizadora, en lugar de trabajar los músculos superficiales», explica Judith Sánchez. El mayor estabilizador muscular está en el abdomen, se llama transverso profundo del abdomen. Con este tipo de trabajo se fortalece sustancialmente la zona lumbopélvica. «Tu postura mejora muchísimo, pero también es necesario estabilizar la parrilla costal y dorsal, así como las escápulas y hombros y, por último, la cabeza y el cuello».

Una de las particularidades de estos ejercicios es que bastantes de ellos se trabajan en unas máquinas que diseñó en su momento el propio Pilates. Hay más ejercicios en los aparatos que en el suelo, señala Juan Bosco. Aunque con los años se han ido introduciendo variantes y pequeños equipos auxiliares como balones, aros flexibles o rodillos de espuma, entre otros. Javier Pérez Pont advierte del peligro de introducir demasiadas novedades. «Hay quienes copian por encima los ejercicios y se inventan otros. Después hacen promesas de cambios en el cuerpo que no se producen». También recuerda que el balón es una técnica terapéutica suiza que se empezó a introducir en los ejercicios de pilates hace unos pocos años.

Con aparatos Originalmente hay cuatro aparatos básicos. Por una parte está el reformer, una especie de camilla muy robusta sobre la cual se desliza una plataforma sobre rieles. «La resistencia con resortes ayuda a tonificar y fortalecer los brazo y piernas, además de desarrollar la estabilidad del torso», explica Judith Sánchez. Otro de los aparatos es el cadillac, también conocido como trapecio, una especie de cama con una estructura de acero que se eleva encima de ella, en la que el usuario puede colgarse en distintas posiciones usando unas cuerdas. «En ella se realizan ejercicios encaminados a aumentar la fuerza y estabilidad del centro corporal, ya que favorece la eficiencia de los movimientos». También se utiliza una silla con unos pedales que pueden quitarse o ponerse para aumentar o disminuir la resistencia, y con unos apoyos laterales para subirse sobre ella. «Aumenta la fuerza del torso, así como el equilibrio y el control. En el nivel intermedio se pone a prueba la parte superior del cuerpo. Mejora la capacidad neuromuscular de quien lo practica y estimula la conexión entre cuerpo y mente». Por último, se usa el barril, una estructura con forma de medio cilindro. «Refuerza la estabilidad y control en el centro del cuerpo. Ayuda a aumentar el soporte y a estabilizar la columna vertebral. Estira y fortalece el tronco, la espalda, los hombros y miembros superiores».

Para notar los efectos beneficiosos de esta técnica, los expertos recomiendan trabajar el primer año de dos a tres horas por semana con supervisión individualizada, aunque lo ideal es practicar cada día, aunque sólo sean diez o treinta minutos, señala también Judith Sánchez, «aunque mi experiencia es que en casa, generalmente, poco se hace». Pilates ideó los ejercicios en el suelo unos años después, para que las personas también lo pudieran hacer en casa. Aun así los expertos señalan que es necesario la supervisión detallada para recordar la precisión de los movimientos. «Con patologías es mejor trabajar de forma individualizada. Hay que hacer una valoración del paciente y darle unas claves», recuerda Judith Sánchez. No para curar, pero sí para aliviar, corregir y mejorar.


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Publicado originalmente en: https://www.lavanguardia.com/estilos-de-vida/20130906/54379960781/el-poder-del-pilates.html